Tutorial de networking nivel avanzado, gratis en este post.

Juanito Pasiones.

Juanito Pasiones era un cliente.

Juanito Pasiones no era su nombre real, pero casi.

A Juanito Pasiones venía mucho a Madrid.

¿A trabajar? ¿A negociar? ¿A cerrar tratos? Sobre todo a mamonear. Lo sé porque siempre me invitaba.

Cerveza, comida, cerveza, cena, fiesta.

Juanito Pasiones manejaba pasta. Manejar, que no es lo mismo que tener.

Juanito Pasiones, con gran criterio, solo salía por locales de buenos barrios y entre semana.

Lo que ocurre en los locales de buenos barrios entre semana no tiene nada que ver con lo que ocurre en ningún otro local, de ningún otro sitio, en ningún otro momento.

Mujeres muy mujeres, con vestidos ajustados muy ajustados, y zapatos con tacones muy tacones se acercan y se ríen. Muy se ríen.

Siempre pensé que los cubatas de 20 euros tenían algún ingrediente que te convierten en el hombre más gracioso del mundo pero una noche, Juanito Pasiones, que de tonto no tiene un pelo, me descubrió el motivo:

«Macho, Luis, no te vas a creer lo que he oído.»

Pensaba que me iba a contar el chiste del gitano y la sandía por decimoséptima vez, pero no:

«Por lo visto algunas de las mujeres que vienen a este local son putas.»

La incredulidad de Juanito estaba justificada, porque putas putas, como entendemos tú y yo, no eran.

Eran networkersProfessional networkers. Maestras en contactos de alto nivel.

Tú podías conocer a Estefanía por la noche y la mañana siguiente recibir un whatsapp de Anastasia, la amiga de Estafanía.

Networking nivel dios.

No buscaban dinero, no te confundas. Lo que estas chichas ganaban solo tributa por donaciones.

Y como los vendedores de valor no venden a cualquiera, Juanito Pasiones tenía respuesta para cada objeción.

Si la chica le decía que le daba reparo que tuviera 5 hijos, contestaba: «Joder, es que a cualquier detalle le sacas punta.» Risas y solucionado.

Si le decía que le gustaba un bolso o unos zapatos, Juanito contestaba que él cobra a 30 días y espera los mismos términos por parte de sus proveedores.

En una ocasión detectó la mirada de una chica sentada al otro lado del local. Entonces Juanito se desabrochó un botón y la fuerza magnética de ese felpudo pectoral sobre el que podrían jugarse torneos de póker, arrastró el taburete de la rubia hasta nosotros.

No te confudas, que veo que te puedes confundir.

Estas chicas tienen estudios, idiomas, buenos trabajos y viajan más que tú y que yo juntos.

Además, con el tiempo me di cuenta de que son muy buenas en lo que hacen.

Te podrían contar mil detalles, pero te diré que de los 7 elementos que debe tener una marca personal todas, sin excepción, hacen 6 a la perfección.

Pero a la perfección como para dar clases en una escuela de negocios.

Apúntate al newsletter aquí abajo y te digo lo ÚNICO que necesitas saber para tener una marca personal de éxito: