La técnica de las 5 líneas

Hoy traigo un concepto altamente lucrativo.

Lo que te voy a contar a continuación funciona. No se trata de una falsa promesa o clickbait.

No puedo insistir suficiente en lo importante que es que leas con atención las próximas líneas.

No hacerlo significaría, con casi total seguridad, que te perderías el pequeño detalle que marca la diferencia entre que esta técnica te funcione y te haga ganar dinero, y que te haga perderlo.

Empiezo.

No sé si alguna vez has tenido que escribir un post para casi quince mil personas (Que leen este blog).

No sé si alguna vez has tenido que hacerlo estando malo.

Yo he tenido que hacerlo hoy. Se trata de este post que estás leyendo.

Post con el que ahora mismo estás haciendo quién sabe qué.

Lo he escrito algo de dolor de cabeza, una insoportable molestia en la garganta y algo de fiebre.

No te lo recomiendo.

Llevo todo el día evitando escribir esto, huyendo de mi responsabilidad y preguntándome si en lugar de hacerlo debía usar uno de los mensajes de reserva que tengo guardados para días difíciles. Días de esos que necesitan más horas de las que tarda la tierra en dar una vuelta sobre sí misma.

Pero no.

Tal día como hoy es perfecto para demostrar algo.

Si quieres vender tienes que conseguir que la gente te lea. Que te abran, te lean y lleguen al final. Eso no es lo que quiero demostrar, eso es de sentido común.

Y si quieres que la gente te abra, te lea y llegue al final, necesitas una de dos cosas: una buena historia o cinco líneas.

Cinco líneas o una buena historia.

Lo de la buena historia está claro. Ahora bien, lo mismo no todos los días tienes una buena historia, pero cualquier día pudes tener 5 buenas líneas.

Consigue que tu receptor lea las 5 primeras líneas de tu mensaje y, una vez que haya hecho esa inversión, querrá llegar al final.

Tendrá que llegar al final.

Aquí estamos, 346 palabras después.

Y tú que te pensabas que la gente no leía.

Y que solo leías si había sustancia.

Y que escribir todos los días es difícil.

374 palabras.

Hace un tiempo me entrevistó Santiago Torre y me preguntó cómo hago seguimiento a clientes potenciales sin parecer pesado ni desesesperado.

Se lo conté junto con otras muchas cosas más.

Se escucha aquí.

PD: 413 sin contar el asunto.

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