Suscriptor me plagia y pasa esto

La primera vez que me plagiaron me avisó un cliente:

«Joder, me ha llamado una empresa para ofrecerme sus servicios, me he metido en su web y es igual que la tuya.»

Habían copiado hasta las biografías de los miembros del equipo.

Hasta para copiar hace falta cerebro.

Les llamé y oye, que guay, que muy halagado y tal pero que si ofrecemos los mismos servicios igual no tiene sentido que tengamos el mismo mensaje.

Me dijeron dos cosas:

  1. Te admirábamos, pero ya no te admiramos.
  2. ¿Por qué no les dices nada al resto?

Resulta había otra docena de empresas que me copian.

Ahora me plagian los emails. Tengo espías que me avisan.

Ahí va un ranking de las respuestas más frecuentes, de más a menos:

  • Qué bochorno. Lo hizo el becario. Le voy a despedir ahora mismo.
  • Cualquiera podía haber escrito eso.
  • Seguro que tú también se lo copiaste a otro.
  • A ver si ahora vas a ser el único que puede usar ese mensaje.
  • Me cuesta mucho escribir y me vienen muy bien tus emails. También copio a XXX, YYY y ZZZ y no pasa nada.
  • Perdona, pensaba que nadie se daría cuenta.

Así es, amijo.

A adultos con pelo en la entrepierna les parece una buena idea hacer eso con sus negocios.

Que lo mismo parece que estoy en contra de copiar.

Para nada. A ver si te pensabas que algo de lo que cuento es original.

Pero si vas a copiar, copia citando. Y por arte de magia habrás convertido en un golpe de autoridad algo que de otra forma te la destruye.

Haz eso durante suficiente tiempo y llegará un momento en el que podrás combinar tantos plagios que tu idea parecerá original.

Tengo un newsletter. También es un plagio, pero no de libros ni de guruses de las ventas, sino de las técnicas de cierre y negociación que he observando durante años impartiendo formación y consultoría a algunos de los mejores vendedores de las mejores empresas del mundo.

Te apuntas ahí abajo: