Se cumplen 5 años de un hecho histórico en el marketing

Hoy, hace 5 años, Apple pidió disculpas.

Una empresa que cuando se descubrió que su último teléfono perdía cobertura al sujetarlo te dijo que lo estabas agarrando mal, hace cinco años, se sentó con unos periodistas y les dijo «Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir.»

O bueno, que sabían que algunos de sus productos necesitaban renovación y otros no funcionaban del todo bien.

Un hito que 5 años después todavía se recuerda.

Y no sé si eres un hater experimentando una erección…

Un fan orgulloso…

O un espectador indiferente…

Pero ninguna de esas es la perspectiva correcta, es decir, la perspectiva que debe tener un vendedor.

Estás presenciando un espectáculo de la comunicación y eso es lo único que importa.

Hablo de algo más excepcional que la llegada del cometa Halley.

Un fenómeno que creíamos extinto.

Algo que los expertos en comunicación solo conocían por los grabados en arcilla que les dejaron sus antepasados.

Estás viendo que existe una circunstancia en la que pedir perdón sirve de algo.

No solo sirve de algo, sino que te recuerdan por ello.

Atiende, porque lo vas a flipar.

Pedir disculpas sirve de algo cuando si no se ha balizado antes. Cuando no se ha prostituido.

Cuando no lo usas con un cliente insatisfecho porque no leyó lo que estaba comprando.

Ni con el que se ha arrepentido después.

Ni tampoco por un detalle que nadie recordará dentro de tres meses.

Por supuesto, las disculpas también pierden toda su autoridad cuando las diriges «a todo el que se haya podido sentir ofendido».

Y para no desperdiciarlas con un «por llegar tarde», empieza a ser puntual.

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