Caca, culo, pedo, pis.
También joder, puta y polla.
No es por ser transgresor, ni creo que sea *cool*. No sirve para llamar la atención y ni siquiera queda bonito.
Es un filtro. Un puto filtro.
Un muro entre mi persona y adolescentes con derecho a voto.
Especialmente esos que trabajan en multinacionales y viven más preocupados por si su jefe dice «todos y todas» que de si su empresa se ventila el amazonas o esclaviza a niños chinos.
Y también esos que llaman insolidarios a gente que paga diez veces más impuestos que ellos.
Esos que a primera hora llevan a los niños al colegio en monovolumenes diésel y a segunda se ponen lazos y banderas en sus perfiles digitales.
Ya sabes, los putones puritanos y los eunucos moralistas.
No te equivoques, no soy ningún catequista.
Por mí como si quieres ir a comprar el pan en tanque y lo aparcas en doble fila. Con que no me lo cuentes soy feliz.
Otras cosas que probablemente te parezcan horribles de mí:
– No voto. Nunca lo he hecho y nunca lo haré.
– Me río con los monólogos de Louis CK y si en una peli sale Kevin Spacey la veo seguro.
– Acabaría con las pensiones y con los funcionarios.
– Considero que la discriminación se usa como excusa para camuflar la falta de talento y ganas de trabajar.
Y lo que más molesta de todo…
– No quiero más a quien opina igual ni menos a quien opina diferente.
Simplemente me trae sin cuidado.
Es lo que pasa cuando te va bien, que muchas cosas te traen sin cuidado.
Eso lo he conseguido porque he pasado 12 años estudiando y practicando las ventas de manera obsesiva. De lunes a domingo durante muchas más horas de las que dura una jornada laboral.
Me ha funcionado bien y he ganado mucho dinero con ello.
Tengo miles de testimonios no solicitados agradeciéndome cada curso o consultoría.
Y unos cientos insultándome por los factores que te he contado al principio de este email.
Entonces, ha llegado el momento de que decidas:
Puedes decidir que todo lo anterior, eso que no tiene nada que ver con lo que te puedo aportar, ni con el motivo por el que viniste aquí y que no tiene la menor repercusión en tu vida, es motivo para dejar esta web en este momento y no volver más nunca.
O puedes quedarte.
Haz lo que te plazca, pero si es lo primero, por lo que más quieras, no me cuentes tu opinión.
Y si es lo segundo, que sepas que tengo un newsletter en el que además de algún taco te cuento cómo diseñar un proceso de venta en el que tus clientes te compren sin peros, fricciones, ni obstáculos.
Te apuntas aquí: