¿Quedamos en persona?

¿Quieres que nos conozcamos en persona?

Sigue leyendo, te voy a hablar de una oscura realidad que pocos te contarán.

Tener un newsletter tiene muchas ventajas, creo que ya te lo había comentado alguna vez, pero también tiene un problema.

Cuando en tu lista hay varios miles de personas pasas gran parte del día recibiendo ofertas de todo tipo.

Es probable que la idea de que recibir ofertas sea un problema te parezca soberbia, y me parece normal, en otra época a mí también me lo hubiera parecido, pero no es el caso.

Para que te hagas una idea, recibo unas 20 invitaciones semanales.

Videollamadas, llamadas, reuniones, cafés, comidas, cervezas y otras variantes.

Eso son más de 1000 invitaciones al año.

2 horas entre ida, vuelta y encuentro, y estoy siendo comedido.

Redondeando a la baja, eso son 2000 horas al año o 250 días laborables (un año tiene 249 días laborables).

Aceptar resulta imposible, pasar el día diciendo que no se hace terriblemente duro y luego están los que se enfadan.

Además, y por eso mismo, tampoco voy a eventos presenciales. Me agotan y no sirven de mucho, pero unas muy pocas veces acepto. Para que eso ocurra deben cumplirse una de cuatro condiciones:

  • Pagan muy bien
  • Acuden buenos amigos
  • El evento es de extrema calidad
  • El evento aporta algo más allá de lo que aportan la mayoría de eventos

No quedes en persona, a menos que se cumpla lo de arriba.

Tengo un newsletter, donde cada día envío un nuevo consejo de ventas.

Día que estás fuera, consejo que te pierdes, te apuntas aquí: