Pregunta que te dejará pensativo todo el día

Puedes discutirme cualquiera de los emails que he escrito hasta hoy pero por tu bien, más te vale estar de acuerdo con este.

Tu capacidad de producir, de vender, de ganar, depende de cuántas incógnitas tengas resueltas.

La vida es un puzzle, con una foto. Cuantas más piezas tengo mejor veo la foto; cuanto mejor veo la foto más rápido me muevo.

Menos desvíos, menos piruetas, menos filigranas.

Más vendo, más gano, más produzco.

Cuando entiendes esto te entra mucha ansiedad por acumular piezas, por eso:

  • Hago mucho
  • Me la juego mucho
  • La cago mucho

Ver la foto me importa más que el dinero. Perder 100.000 € no me duele, pronto me parecerá nada.

A más incógnitas develadas, más empuja el viento.

Cuando ves la vida así buscas el fallo.

Abrazas el fallo.

Ya conoces el cliché: «Imagina que viajas al pasado sabiendo todo lo que sabes ahora…»

Hay desgraciados que dicen que no cambiarían nada.

Llamémosles amebas.

Llamarles personas sería un insulto a la obra que la cadena de proteínas a la que llamamos ADN consiguió cuando creó a Marie Curie o a Cervantes. A Tesla, a Picasso o a Maria Callas.

Hay un planteamiento más interesante.

Si pudieras viajar 10 años al pasado y preguntar una cosa al universo y que éste te devolviera la respuesta correcta, ¿qué preguntarías?

¿Con qué pregunta viajarías al pasado?

¿Cuál es la pregunta que más adelante te haría encontrarte cuando volvieras al presente?

Llevo días dándole vueltas. Ahora lo tengo claro. Sería:

«¿Cuál es la forma más rápida para ganar experiencia?»

No. «¿Cómo hago para tener más oportunidades?»

Espera, mejor. «¿Cómo construyo una audiencia propia?»

5 años quizás. Probablemente 7.

Ese es el tiempo que ahorraría si pudiera plantear esas preguntas 13 años atrás.

No puedo llevarte al pasado, pero puedo hacerle la vida más fácil a tu yo del futuro.

Tengo un curso. Contiene 27 preguntas y sus respuestas.

Las tres de antes y 24 más.

Apúntate al newsletter y te cuento cuáles son esas preguntas:

Tu yo del futuro fantasea con volver al día de hoy y obligarte a que hagas este curso.

Satisfácele y cuando te lo encuentres dentro de 10 años te lo agradecerá con una buena cena, en un buen hotel, y la tranquilidad que da una buena cuenta bancaria.