El otro día ví cómo rescataban a una nutria que tenía miedo al agua.
Hablamos de un animal que necesita –necesita te digo– pescar para sobrevivir.
Esto responde a una pregunta ancestral –ancestral te digo–.
¿Cómo es posible que exista tanta gente, vendedores incluidos, con miedo al dinero, al rechazo, a arriesgar?
¿Cómo ha permitido la selección natural que lleguen hasta nosotros?
¿Acaso vender y exponerse no era necesario para sobrevivir?
Pero entonces… ¿dónde estaban en el pasado los oficinistas de desayuno, almuerzo y merienda? ¿Y los empujapapeles, los powerpointers y los tablas dinamiquers de tacón alto y zapato apretao?
La nutria tiene la respuesta.
Supongo que escuchar un millón de veces que el estrés es intolerable, que el riesgo es un lujo y el rechazo el fin acaban calando.
Precariedad. Hasta nos hemos inventado esa palabra para tener algo de lo que sentirnos intranquilos dentro la sociedad más protegida de la historia.
Mojarse el culo no solo en necesario para prosperar, también lo es para disfrutar.
Ve atrás 100.000 años, 10.000 o incluso 200 y dudo que la promesa de una plaza de funcionario convenciera a alguien de pasar la mitad de su vida rechazando documentación incompleta.
Ya sabes, el anuncio de Shackleton para reclutar hombres para la primera expedición al polo norte:
SE BUSCAN HOMBRES PARA VIAJE PELIGROSO.
Bajo salario, frío insoportable, meses en completa oscuridad, peligro constante, escasa probabilidad de sobrevivir, honor y reconocimiento en caso de éxito.
5000 candidatos.
Lo he dicho y lo repito:
Ni el trabajo más remunerado es el del alto directivo
Ni el más seguro es el del funcionario
Ni la vida de más libertad es la del mochilero
…
Ni esas cosas son incompatibles entre sí.
Hay un trabajo que puede combinar todo eso y en mayores volumenes, y ese trabajo es el de vendedor.
Empresario o empleado, trabajador por cuenta ajena o propia, pero vendedor.
Pero no vendedor de rellenar muchas actividades en el CRM por miedo a una bronca si no se llega a objetivos a final de mes. Hablo de un tipo de venta que requiere mojarse el culo hasta aspirar litro y medio de agua
Por eso, en este newsletter también hablo de cómo superar el miedo a hacer eso: