Mientras no entiendas esto no podrás ganar lo que te gustaría

Pregunta «¿Cuánto dinero tienes que tener para comprarte un Ferrari?» y escucha:

– «Quien se compra un Ferrari tiene para comprarse cinco Ferraris.»

– «Quien se compra un Rolex tiene para comprarse quince Rolex.»

– «Quien se compra una casa de 1 millón de dólares, se la compra como segunda residencia.»


Obviamente quien habla así nunca ha visto dinero de cerca. Nada que criticar, yo he sido así durante mucho tiempo, por eso sé que es verdad.


Primero, no.

Quien tiene un Ferrari quizás tenga para comprarse cinco Ferraris o tenga para comprarse uno pero le encantan los Ferraris.

O detesta los Ferraris pero lo considera una inversión.

O es un descerebrado al que le acaba de tocar la lotería.

Todas esas posibilidades existen y te aseguro que son igualmente probables.

Segundo.

En lo que tiene que ver con el dinero, las matemáticas que conoces no funcionan. En lo que tiene que ver con dinero, 3 no es el triple de 1, sino 2 más, que no tiene nada que ver.

Verás.

Supongamos que cierta persona gana 50.000 € al año y que eso es lo que necesita para vivir como quiere. Absoluta y totalmente como quiere. Gastos imprescindibles, algún lujo, ahorro e incluso ayudar a otros.

La cuantía puede ser cualquiera, estos números son un ejemplo.

Supongamos por último que esa persona pasa a ganar 100.000 € al año.

Esa persona no ha pasado a ganar el doble, eso es irrelevante. Esa persona ha pasado a ganar 50.000 € de alta disposición o bajo valor.

50.000 € que pude gastar en un Rolex, en medio Ferrari o en lo que le salga del pito sin remordimiento ni sentimiento de culpabilidad.


Lo que te quiero decir es que el dinero no se comporta igual a todos los niveles. Sus propiedades físicas cambian.

Esos segundos 50.000 € no tienen el mismo valor que los primeros. Ni de lejos.

A una persona con dinero de alta disposición difícilmente le resultará atractivo un producto que le ahorre pasta o plata o como lo quieras llamar. O hacer un esfuerzo extra para ganar más.

Sin embargo, esa persona puede estar muy dispuesta a pagar mil euros por evitar una tarea que detesta, aunque esa tarea requiera una hora y esa persona gane mucho menos de 1000 € por hora.

Quizás te parezca una decisión antieconómica, pero eso es irrelevante, porque estamos hablando de 1000 € de bajo valor.

Atiende.

Deja de sentirte culpable por cobrar bien, deja de pensar que eres caro y deja de juzgar desde tu bolsillo. El mundo está lleno de personas con dinero de alta disponibilidad encantadas de pagar bien por tener una vida más fácil o algo de lo que presumir, y nunca serás una de ellas si no entiendes eso.

Pero si asumes eso y aprendes a gestionar objeciones, el mundo es tuyo, mi amigo.

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