Me ha escrito un hater tuyo y lo publico aquí

El otro día un suscriptor me preguntó que cuántos de los suscriptores de mi socio Fran (unos 5000) llegaron desde mi lista.

Le dije que alrededor de 500, pero que eso no debería preocuparle porque cómo conseguir algo similar está contemplado en el curso.

Su respuesta:

Hotia Luis, 500 al principio es como un chute de adrenalina en el pecho. No seré yo quien diga que lo hiciera, pero Fran tendría que haberte hecho una buena mandala por eso.

No sé si te das cuenta del detalle. Fíjate bien porque no es poca cosa, sino mucha cosa.

Estamos hablando del fracaso preventivo.

Tanto nos odia nuestro cerebro que es capaz de discurrir un motivo de fracaso antes de que ocurra.

Nadie le había dicho a esta persona que esos 500 fueran los primeros suscriptores.

Si empiezas creyendo que te mereces que te vaya bien, quizás te vaya mal, pero si empiezas con un fracaso preventivo el resultado está garantizado.

Ni todas las técnicas de venta del mundo servirán de nada.

No es magia, ni karma, ni chorradas similares. Simplemente hemos evolucionado para detectar la inseguridad entre quienes nos rodean. Y ocurre una cosa, nada nos gusta menos que la gente insegura.

La primera vez que mencioné a Fran en mi newsletter él ya tenía más de 3000 suscriptores. De no ser así no lo hubiera hecho.

A ver si te piensas que nos ha ido bien como socios porque vamos por ahí lamiéndonos las heridas y dándonos masajes.

No, amigo. Eso no es así.

Te cuento más en el newsletter, te apuntas aquí abajo: