Hay empresas que me pagan por hostiar. Y no pocas.
Hostiar, ya sabes. Sacudir, zurrar, cascar. Y no poco; ni lo que me pagan ni las hostias que demandan.
Pensarás que exagero, pero no exagero.
Atiende. Funciona tal que así:
Me dicen que quieren formación.
Les digo todo tipo de cosas horribles de mí (ya sabes, la mierda encima de la mesa).
También les digo que lo último que quiero hablar a un grupo de fulanos que llevan 15 o 30 años vendiendo.
De esos que dicen que tienen don de gentes y mucha labia.
Y que son muy amigos de sus amigos.
Porque esa gente lo único que quiere oír es que lo hacen muy bien y que tienen que tomar muchos cafés, enviar muchas propuestas, rebajar mucho el precio, saludar en los emails y adjuntar muchos PDFs.
Y, sobre todo, que no se les gaste la batería del teléfono.
Entonces, algunos, los que saben de que va la vaina, me dicen…
Mira, macho…
Que sí, que ya lo sé. Ni lo quieres tú, ni lo quiero yo, pero tenemos que hacerlo.
Yo ya se lo he dicho trescientos millones de veces. Ahora necesito que venga alguien de fuera y se lo repita.
Que se lo grite, que les haga reír al principio y llorar al final. Cuatro hostias bien dadas.
Oye, si se sienten mal, que se sientan mal. Si no te hacen caso, que no te hagan.
Pero que sepan lo que hay. Que sepan que existen otras formas.
Y si quieres diles lo que ganas, que yo me encargaré yo de decirles que nos cuesta mucho traerte.
Yo que sé, es así.
Lo mismo te parece una mierda de historia, pero es una intimidad del negocio que tiene una gran lección.
Ya ves, podría pensar que estoy en el negocio de la formación, pero resulta que estoy en el de la hostiación.
¿En cuál estés tú? Si no tienes ni idea busca entre los sospechosos habituales:
- El de extirpar tumores cerebrales
- El del folleteo
- El de la seguridad personal
- El de agrandamiento de pene
- El del teléfono de la esperanza
Casi seguro que es uno de esos.
No te lo pregunto por preguntar. Te lo pregunto porque joder, es que si das con la respuesta a esa pregunta esta masterclass puede darte mucha, mucha pasta. Pensarás que exagero, pero no exagero.
El email que un millón de vendedores leen todas las mañanas. Aquí: