Hater me escribe el post de hoy

Estaba preocupado por la sequía de críticas inútiles cuando…

El pobre Lluis se refiere a un correo que envié el 24 de febrero que incluía el siguiente testimonio no solicitado:

Muchísimas gracias por currarte una formación que me ha ahorrado meses (y años) de leer y estudiar a los mejores autores de ventas. Solo por eso ya he pagado poco. Eso sin contar la currada que te has pegado de probarlo todo, eliminar impunemente lo que sobra, documentarlo y condensarlo en una formación que hay que ser muy zote para no amortizar a poco que apliques alguna de las (muchas) pautas que das.


El autor de ese mensaje fue Javi Vicente, un gran copywriter al que deberías tener en cuenta (javivicente . net), y puedes ver una captura del email completo ahí abajo:

Este tipo de actitudes llevan a lo que yo llamo la pobreza crónica. Una mentalidad incompatible con el éxito.

Es imposible, material y físicamente imposible, que si tienes la cabeza en encontrar el fallo ajeno, también la tengas en encontrar el éxito propio. Simplemente no hay recursos para todo.

Y el problema ni siquiera es el ataque de envidieta puntual, eso quizás se pueda tratar.

El problema es que no tengo claro si alguien al que alguna vez le ha molestado el éxito de otro pueda llegar a desarrollar la empatía suficiente para vender algo.

Conozco a una buena cantidad de personas exitosas, y si algo tienen en común es que son el tipo de personas al que te apetece ver porque te llenan el ego y te hacen preguntarte cómo alguien que ha conseguido tanto, puede ver tantas cosas buenas en los demás.

No sé, me cuesta imaginar a esa gente, cuando estaban empezando sin un duro, retorciéndose de envidia en una silla de gamer mientras comían doritos.

En fin…

No necesito inventarme testimonios porque recibo muchos más de los que me da tiempo a publicar.

El truco es fácil, te lo cuento.

Lo que enseño en el newsletter es el fruto de una década leyendo miles de libros, estudiando decenas de cursos y ponerlo todo en práctica en mis propias empresas.

Metiendo la pata, haciendo el ridículo y perdiendo mucho, pero que mucho mucho dinero.

Y también escuchando a los mejores vendedores de España durante años. Apuntando de manera obsesiva sus mejores técnicas.

Así hasta dar con un proceso de ventas sin fricciones.

Un proceso de ventas con el que he creado una empresa que vende varios millones de euros cada mes.

Un proceso en el que, cuando entra un cliente potencial, sabe que quiere quedarse, que no le merece la pena mirar más.

Ese es el truco, y es el mejor truco que existe para vender formación, contar lo que has hecho antes.

Si prefieres pensar que me invento testimonios, hazlo bajo tu propia responsabilidad. Mientras tanto apúntate al newsletter: