Hay malentendido.
Me dice Javier Artal, buen suscriptor y mejor homínido, que digo que no me gusta innovar pero que enseño a vender de una manera muy innovadora.
También dice que lo hago «con resultados mucho mejores», pero esta feo que yo repita eso, así que he decidido omitir esa parte.
Respecto a creer que me gusta innovar, lo entiendo. Digo cosas muy locas. Cosas como que…
- Tienes que hablar al cliente como hablarías a un amigo…
- No debes tragar con aquello con lo que no tragarías si no fuera por dinero…
- No puedes decir a todo que sí…
- No hables con quien no te pueda enviar una transferencia…
Que yo tentiendo que todo esto es loquísimo, eso lo entiendo.
Disruptivo lo llaman ahora.
Dis-rup-ti-vo.
Disssrrrupppttttivvvvooo.
Disruptivo, vale.
But eye, pero ojo, perojo, perejil.
Pero ojo, que hay mucha gente que vende así.
Están por todos lados, aunque no se dejan ver con facilidad. Son como los iluminati. O los masones. O los lagartos de V.
Hablo de pequeños emprendedores que se lo llevan muerto sin presumir de número de empleados.
Y de grandes empresarios. De esos que tienen libros analizando su caso de éxito. Libros que no dan ni una.
Y de vendedores que ganan más que sus jefes.
Obviamente, no van por ahí diciéndolo. Por eso piensas que entre tus compañeros y tus empleados, o tus competidores, no hay de estos. Pero los hay.
Quizás pienses que me flipo, pero no me flipo. Observa más atentamente a quién tienes alrededor.
Perejil, no les confundas con besaculos y pillacuellos, eso no es venderse, eso es arrastrarse y mortificarse, que es lo opuesto a venderse.
Hablo de gente que sabe moverse y mover a los demás.
Te crees que viven como el resto, pero viven mucho mejor que el resto.
Toda esta gente son invisibles. Sobre todo a los ojos de los malos vendedores.
Los malos vendedores son impermeables a la realidad.
Atiende.
He formado a miles de vendedores y entre ellos he conocido a decenas de esos cabrones.
Y eso es justo lo que te cuento en el newsletter. Lo que he aprendido de ellos:
El que hace un 800 % de objetivos…
El que trabaja 3 horas al día…
El que hace lo que le da la gana en su horario laboral y nadie le pide explicaciones…
Todo eso es conseguible, y la forma de replicarlo la tienes ahí: