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«Absolutamente convencido» y adverbios
Te voy a repetir algo que, hace años, un profesor sin demasiado interés te escupió de carrerilla por enésima vez en su vida:
Los adverbios modifican el significado de verbos, adjetivos, otros adverbios u oraciones. Los adverbios expresan modo, lugar, tiempo, cantidad, afirmación o duda, entre otras circunstancias. Responden a preguntas como ¿cuándo?, ¿dónde? o ¿cómo? Cuando lo que cumple con la función adverbial es una expresión de varias palabras lo denominamos locución adverbial.
En aquel momento no era lo que más te interesaba, así que diste por hecho que se trataba de un galimatías sin utilidad y calculaste cuántos minutos quedaban para el recreo. Vuelve a leerlo, esta vez con calma. Quédate con el principio: Los adverbios modifican.
Si un producto es gratis, que sea «completamente gratis» no lo cambia. Peor, lo convierte en un pleonasmo (pronto te diré qué es eso y porque también debes matarlos). «Terminantemente prohibido», «Absolutamente convencido», «Profundamente dolido», «Tremendamente arrepentido», «Totalmente decidido», «Enormemente afectado»… Vuelve a empezar este párrafo, deja que te cale. Elimina el adverbio. Dices lo mismo, solo que ahora suenas más natural y creíble.
Lo sé, lo sé. Entiendo cómo te sientes y tienes razón. Hablamos mal, escribimos peor y los políticos son el ejemplo de cómo no comunicar. ¿Qué esperabas?
Los acabados en mente son candidatos a la quema. Si «básicamente» desaparece nadie le echará de menos. Indudablemente, cuando algo realmente es indudable no hace falta decirlo; obviamente. Con «solo» y «solamente» ocurre parecido —«frecuentemente», añadiría, pero eso ya lo expresa el verbo—. Y vigila tus «siempre», «nunca» y «jamás». Quítalos y relee.
Pero ojo, esto no va de no usar adverbios, va de usarlos bien. Que alguien sonría alegremente no vale ni el papel en el que está escrito. Ni siquiera que lo haga eufóricamente es reseñable. Pero que alguien sonría melancólicamente, eso sí, es digno de mención.
«En mi opinión» y expresiones de opinión
Ni la limitación de 140 caracteres evita que millones de usuarios de twitter nos cuenten en su perfiles algo que ya sabíamos: «Mis opiniones aquí». Lleguemos a un acuerdo universal. Mejor, que quienes escriben bajo coacción nos avisen de ello, así, el resto nos podemos ahorrar los «creo», «considero», «supongo», «entiendo», «imagino», «a mi parecer» y «en mi experiencia».
«Podemos» y verbos de intención
Cuanto más conciso eres, más personas te leen. De quienes te leen, más personas te entienden. Y de quienes te entienden, más personas te creen.
«Te ofrecemos» hace el mismo trabajo que «Nos gustaría ofrecerte» y cobra menos.
Poder, gustar, querer, imaginar, pensar, considerar, entender, opinar, creer, pretender, suponer, intentar y alguno más que se me habrá olvidado. Intermediarios que te alejan de lo que de quieres decir. De lo que debes decir.
«Trabajaremos» y cualquier tiempo que no sea el presente
La comunicación escrita tiene una desventaja respecto a la comunicación oral, la mayor distancia entre emisor y receptor. No la aumentes. El futuro y el pasado alejan. Llegas a la oficina de un cliente y dices en recepción «había quedado». Planteas propuestas repletas de «había pensado» y «nos pareció». No hay sitio web sin su «te ofreceremos» y «te ayudaremos». ¿Y qué me dices de las reuniones, tan cansinas con todos esos «te presentaremos» y «haremos»?
«Muy»
Porque…
- «muy grande» es enorme,
- «muy delgado» es sílfide,
- «muy enfadado» es furioso,
- «muy bonito» es precioso,
- «muy difícil» es arduo,
- «muy caliente» es ardiente,
- «muy pequeño» es diminuto,
- «muy breve» es fugaz,
- «muy temido» es terrorífico,
- «muy corto» es breve,
- «muy habitual» es frecuente…
«Pero»
Da igual lo que le siga, siempre se percibirá como una desventaja. «Aunque», «no obstante» y «sin embargo» pueden sustituirle, aunque a menudo, con un ligero cambio de estructura también puedes evitarlas.
«Opinión personal» y pleonasmos
Los pleonasmos son expresiones que dicen lo mismo varias veces. Detéctalas usando el antónimo de uno de los términos. Si el resultado es ridículo (opinión impersonal), estás antes un pleonasmo, que es otra ridiculez. También son pleonasmos:
- «Riesgos existentes» o «posibles riesgos», porque a nadie le preocupan los riesgos inexistentes o imposibles.
- «Mutuo acuerdo» y «cooperación mutua».
- «Medidas necesarias».
- Porque no pueden ser de otro tipo, «glosario de términos» o «tarifas de precios».
- Mientras no podamos viajar en el tiempo, «planificar el futuro» y «volver atrás».
- Nos gusta tanto recalcar el tiempo (enseguida me meteré con eso) que se han convertido en habituales «experiencia previa», «estado actual», «futuro sucesor», «próximo heredero» y «resultado final».
- «En absoluto», elimínalo y verás.
- Pero lo mejor es que, después de leer esto, no volverás a decir «exactamente lo mismo».
Siglas
¿Cuándo es apropiado usar siglas?
- ¿Son las siglas más habituales que su versión extendida, como en «ONG»? Usa siglas.
- ¿Lo haces por abreviar? No las uses.
¿Tienes dudas? Entonces, la primera vez que aparezca la expresión úsala sin siglas seguida de las siglas entre paréntesis. A partir de ese momento, utiliza la siglas si quieres:
«[…] este tipo de publicidad se llama PPC (Pago por Clic), puesto que el anunciante no paga por mostrar sus anuncios sino cuando los usuarios hacen clic en ellos […]»
Precaución extra con siglas de expresiones anglosajonas. Evítalas si aspiras a que tus lectores pasen del primer párrafo: ASAP (As Soon As Possible), CTR (Click Through Rate), KPI (Key Performance Indicator), KAM (Key Account Manager) o AI (Artificial Intelligence) son delincuentes habituales.
«Somos» y cualquier persona que no sea la primera o la segunda
La distancia, de nuevo. Redúcela dejando de hablar en nombre de un grupo indefinido («tenemos…», «ofrecemos…») y, en su lugar, protagonizando el mensaje (hablando desde el «yo»). ¿Cómo reducirla aún más? ¡Dejando de hablar de ti para hablar de la persona que tienes delante! Usa y abusa del «tú» y el «tu» («tienes», «serás», «ganarás»). Porque si algo interesa a tu interlocutor, es él mismo. Corrijo: a tu cliente potencial no le interesas nada, solo le interesa saber en qué va a ser mejor después de contratarte.
«Movilidad» y grandilocuencia
Palabras que cuentan con una alternativa más habitual:
- «Plataforma de movilidad» o «movilidad» en lugar de «aplicación móvil».
- «Transformación digital» en lugar de… ¿nada?
- «Resiliencia» en lugar de dejar a la gente superar sus problemas en su intimidad.
- «Panel de mandos» en lugar de «gráfico».
- «Paradigma» en lugar de «modelo».
- «Pragmático» en lugar de «práctico».
- «Sinergia» en lugar de «colaboración».
- «Posmoderno», ese insulto tan de moda que cualquiera de las partes en una discusión puede arrojar contra su adversario evitando así argumentar. El posmodernismo es un movimiento artístico y filosófico complejo, con matices ambiguos, y por eso resulta demasiado fácil asociarlo a casi cualquier discurso. Vamos, lo contrario a la concisión, precisión y facilidad de comprensión a la que aspiramos.
«Call» y anglicismos
Por lo visto, un día el objetivo de la comunicación dejó de ser que el mayor número de receptores comprendieran el mensaje y pasó a ser que el emisor demostrara su amplio vocabulario inglés.
¿Qué hacemos con los que dicen «call» en lugar de «llamada», «meeting» en lugar de «reunión», «deadline» en lugar de «fecha de entrega», «data» por «datos», «CEO» o «manager» en lugar de jefe, «feedback» por opinión o «chart» en lugar de «gráfico»?
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