El motivo por el que no respeto a la gente trabajadora

Estuve viendo un documental en el que un banquero alemán contaba la receta para llegar alto en un banco.

Meterte pal cuerpo unos two-nighters.

Es decir, dos días y dos noches sin parar de trabajar. Se hace así:

  • Buscas cualquier excusa para darte trabajo.
  • Te lías a trabajar hasta quedarte dormido en tu escritorio. Móntatelo para que te despierte la señora de la limpieza, eso mola que te cagas.
  • Si es tu aniversario o el cumpleaños de tu hijo sordomudo, puntos extra.
  • Repite.

Aguanta unos años y probablemente te asciendan.

No me lo estoy inventado, esto es verídico.

De verdad que hay gente que con tal de ganar dinero está dipuesta a vivir en Alemania.

Ahora piensa lo siguiente.

Hablamos de gente inteligente, cumplidora y extremandamente trabajadora.

Alguien con esas cualidades, ¿qué puede hacer para ganar pasta? Además de esclavizarse, quiero decir.

Piénsalo por un segundo.

¿Qué otra habilidad permitiría a alguien así tener altos ingresos?

Tú lo sabes, yo lo sé y todo el mundo lo sabe.

¿Entonces?

Pues que para una mayoría, psicológicamente, es más fácil sacrificar su vida que vender.

Vivir en Alemania, pasar noches sin dormir y despedirse de su familia.

Aguantar trabajos aburridos, sonreír a narcisistas, esnifar powerpoins, sufrir por llegar a objetivos o beber café en vaso de plástico.

Algunos están tan acostumbrados que llegan a decir que no es para tanto.

Y si les das tiempo llegan a creer que es inevitable.

El tema, el secreto, la clave.

El meollo.

Es que es fácil convencerse de que no se puede ganar sin sufrir.

Pero no para los top. Los buenos, los que ganan.

A esos la cabeza les funciona del revés. Esos no quieren ganar si para ello hay que sufrir.

En la mentoría te cuento el proceso por el que pasan esos, los de la cabeza del revés, los top, los que ganan.

Lo que hacen y lo que aprenden en cada etapa de su vida.

Desde su primer día de trabajo hasta vender 8, 10 y hasta 100 veces lo que otros en su posición.

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