El otro día me crucé con un vídeo de Charlie Muger.
El tito Charlie tiene sus cosas, pero cada vez que habla de dinero el cabrón da en el clavo.
Decía Charlie que en contra de lo que siempre se dice, al mundo no lo mueve la codicia.
– Lo de la mano invisible y tal, que la codicia no es.
– Lo del malvado empresario que explota al ingenuo e indefenso trabajador, que por codicia no es.
– Lo de Repsol haciéndose el despistado después de vaciar el depósito un petrolero en la costa de Perú, arruinando familias y cargándose toda la fauna… tampoco por codicia.
Que la movida es es la envidia. Que ese es el verdadero motor de la humanidad.
Y que de otra forma no se explica que tengamos más que nunca y sigamos matándonos a trabajar y preocupadísimos…
– Por tener más…
– Por producir más…
– Por cuánto tiene el vecino y cómo hará para ganárselo…
A estas declaraciones, el socio de Charlie, un fulano llamado Warren Buffet, añade que una familia media vive mejor, bajo cualquier métrica, de lo que Rockefeller vivía en los años 30. Educación, sanidad, ocio, confort…
Quizás te parezca obvio, pero conviene recordarlo.
Estoy completamente de acuerdo con esta reflexión de Charlie y Warren.
Y estoy completamente de acuerdo porque pasé muchos años vendiendo apurado, rogando, arrastrándome y llegando por los pelos a final de mes hasta que comprendí lo que realmente motiva a la gente.
Como te decía, la envidia es un factor. Pero hay otros dos, es decir, tres en total.
Tres factores que mueven prácticamente cualquier decisión de la humanidad. Especialmente a directivos y empresarios.
Tres. La envidia y otros dos.
Tengo un curso donde los cuento.
Luis B., de novendocasas .com y alumno de ese curso, me dijo esto:
Como puedes ver, eso solo es el 10 % del mensaje. El resto son preguntas porque el curso también incluye 3 meses durante los que me puedes preguntar todo lo que quieras relativo al curso.
Por si esto te interesa, apúntate aquí y te cuento más: