Si haces venta telefónica no empieces la conversación con «¿Te pillo ocupado?» o «¿Tienes cinco minutos?».
Haciendo estás dándole al cliente potencial la objeción en bandeja. Simplemente ponte a hablar, si el cliente está ocupado ya se encargará él de decírtelo.
Ese es un consejo de ventas. Uno brutal, por cierto. Uno que multiplicaría los ingresos de la mayoría de vendedores.
Y aún así es una basura en comparación con lo que encontrarás si miras en el fondo.
Te explico.
Tengo un cliente, el del tatuaje mental (te he hablado alguna vez de él) que cabreó a todos y aún así vendió.
Ogilvy cuenta cómo cerró su primera gran venta sin articular palabra.
Las 400 palabras que forman este post no te van a contar nada especialmente relevante, pero venderán.
Y lo mismo harán las otras 2.190.000.000 que enviaré a lo largo de los 365 días del año.
Todas y cada una de ellas servirán para vender.
Llamar la atención, no hablar o escribir a diario son buenos consejos, pero presenciar cualquiera de esas cosas en directo es mucho mejor.
No es obvio, pero es superior.
Hay quien lo sabe ver, de eso no hay duda.
Y hay quien dice, oye, me apunté al newsletter porque ibas a dar un consejo de ventas cada día y no lo estoy recibiendo.
Alguien que dice eso, lo que quiere no es aprender a vender, en eso no tiene ningún interés. Lo que quiere alguien así es un manual de instrucciones que explique en 10 pasos cómo vivir sin trabajar.
Preferiría un manual del Ikea a ver a Miguel Ángel tallando El David.
Insisto.
Este artículo no contiene un consejo de ventas, contiene una puta lección. Y te diré dónde también encontrarás abundantes lecciones de ventas:
– En un twitt que te cabrea
– En una peli que te emociona
– En un libro que te disgusta
– En una conversación que te hace reír
Como no siempre estoy inspirado, a veces estos mensajes consistirán en un simple truco que poder aplicar mañana.
Pero intentaré que la mayoría de las veces contengan una idea que te haga pensar, o una frase que te saque una sonrisa o que retumbe en tu cabeza durante días.
A veces será una descarada carta de ventas que te presionarán desde la primera letra hasta el punto final para que compres.
Que te hará sentir mal si no lo haces y un triunfador si lo haces.
Esos mensajes a veces serán mucho más extensos de 400 palabras.
Y también serán los mejores.
Pero en cualquier caso…
Siempre, siempre, siempre, serán una lección de ventas…
Porque todos, todos, todos…
Venden.
Pero ver eso y saber sacarle provecho requiere buscan en el fondo.
Hazlo. Mira ahí, en el fondo, merece mucho la pena.
Bucea, saca, desempaqueta, observa, analiza.
Y cópialo.
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