La estrategia de marketing con la que ayer batí récord de ventas

Te voy a contar porque la mayoría de gente que tiene un newsletter vende mucho menos que yo.

Empiezo.

Hola, mi nombre es Luis Monge Malo y soy carnicero y a veces cirujano.

Hace años era cirujano y a veces carnicero, como la mayoría de la gente.

Por eso vendía poco, como la mayoría de la gente.

Para que eso no ocurra a veces hay que ser cirujano y a veces carnicero, pero casi siempre carnicero.

Pocas veces se necesita a un cirujano. Sin embargo a un carnicero, a un carnicero es otra historia. A un carnicero se le necesita a diario.

Cada vez que meto la pata recibo un montón de emails preguntándome cuál es la estrategia detrás de eso.

– …de una falta
– …de enviar a una hora diferente
– …de poner el enlace incorrecto

La estrategia del carnicero, esa es la estrategia.

El cirujano corta más fino, pero corta poco. El dinero está en cortar sin parar.

Ese es el truco, pero es difícil. Dónde cirujano, dónde carnicero. Y en qué medida.

Eso y que a la gente le gusta ser cirujano.

Lo sé porque yo lo fui durante muchos años.

– hacia propuestas y les ponía el logo del cliente
– usaba powerpoint y tenía una plantilla preciosa
– no decía el precio sin antes hablar durante una hora
– releía los correos antes de enviarlos
– y antes de llamar, apuntaba lo que iba a decir

Todavía hago algunas cosas con la precisión del bisturí robótico más avanzado del planeta.

Pero nadie me pregunta por ellas.

Son tan pocas y tan sutiles que pasan desaparcibidas.

Sin embargo ahí está la clave. En ese 1 %. En hacer esas cosas y ninguna más.

Pequeños detalles que marcan la diferencia entre vender poco o normal y vender normal × 30.

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