Oye, atiende.
Alguien me dijo que valen más 10 leches que 10 años de estudios.
Y como he hecho ambas cosas y sé que tiene razón seguí prestándole atención, y menos mal, porque también me dijo esto:
- Que entrar por precio es el camino a la nada
- Que regalar servicios es el segundo camino a la nada
- Que hay que insistir
- Que hasta que no tengas localizado al decisor te estés quietecico
- Me encantó lo de que no tienes que hacer algo porque lo haga la mayoría
- Nunca reconoceré los años que me llevó darme cuenta de que el cliente quiere que le dirijas y para eso te contrata (aunque nunca lo reconocerá)
- Que insistas, joder, que insistas
- Que preguntes para escuchar, y añado, y para observar, o acabarás llegando a conclusiones muy extrañas
Otra cosa que me dijo es que eres tú quien debe elegir a los clientes y no al revés. Está me gustó, pero tiene un problema.
Cuando le he dicho eso a un vendedor casi siempre ha acabado liándomela a lo grande, así que con di con otra forma mejor de explicarlo:
Hasta que no entiendas que tú eres la solución a los problemas del cliente, y dejes de ver al cliente como la solución a los tuyos, no venderás un carajo. Y no solo eso, sino que acabarás haciendo lo que no sabes, lo que no quieres y sudarás cada vez que veas su nombre en la pantalla de tu móvil.
- Y, eh, insiste.
¿Piensas que eso es todo lo que me dijo?
Pues no, me dijo bastantes más cosas, y lo sigue haciendo, porque tiene un newsletter.
El tipo de llama Josu Aurrekoetxea, y cuando acabes de leer su apellido lo mismo te interesa apuntarte a su newsletter:
PD: mucha gente me pregunta qué hay que hacer para que le mencione en el newsletter, así que te cuento lo que ha hecho Josu: nada. Josu no me paga nada por que le mencione, no me lo ha pedido y ni siquiera sabe que lo iba a hacer. Simplemente me gustó ese email y me pareció una buena idea recomendarlo.
Te apuntas al mío aquí abajo si no lo has hecho ya. En cuyo caso ¿Por qué tardaste tanto?