En el momento en el que ganas 60.000 $ para tu familia, los ingresos adicionales no producen ningún impacto en tu calidad de vida.
Ninguno.
Entonces, ¿para qué trabajar 60 u 80 horas a la semana?
Bueno, algunos hombres lo hacen, muy pocos. Un puñado de hipercompetitivos obsesionados con alcanzar la cúspide de la jerarquía en la que se encuentran.
No tienen inconveniente en trabajar 80 horas a la semana y dejar pasar todo lo demás. Relaciones, familia, hijos…
Esos hombres están obsesionados con su trabajo que es difícil convivir con ellos.
Pero…
Son muy buenos en lo que hacen.
Son inteligentes, disciplinados y trabajan todo el tiempo. Es una obsesión.
Esa es la gente que hace cosas
¡Esa es la gente que hace cosas!
Esto lo contaba el psicólogo clínico Jordan Peterson en una de sus clases.
Y es cierto, lo he visto.
He conocido a gente altamente competitiva. Luego están los Carlos Slim, Florentino Pérez, Elon Musk o Steve Jobs.
Durante media vida he admirado y he envidiado a esta gente. Ha pasado el tiempo, y aunque les sigo admirando, ya no les envidio.
Eso es así porque existe otro mundo del que menos gente habla.
Una burbuja no tan conocida no formada por tiburones, sino por gente muy óptima.
Gente que sabe qué es exactamente lo que funciona y no hacen nada más que eso.
Si ganas más de 60.000 $ al año, enhorabuena, pero si ganas menos, no te sientas mal. No todo el dinero tiene el mismo valor.
La gente olvida que el objetivo no es el dinero, el objetivo es pasar el día haciendo lo que te apetece.
El otro día me escribió Verónica Sequeira, de veronicasequeira .com, copywriter, y me dice lo siguiente:
Luis, no sé si el audiolibro, que ya compré y paso a comentar ahora, tiene soporte por email. En cualquier caso, es lo de menos.
Acabo de terminar de escucharlo todo y solo puedo decirte que me vas a tener todo el verano currando más de lo que esperaba.
Con tanta idea, no hago más que investigar y dar vueltas a varios modelos de negocio redondos.
Ah, sobre las redes sociales, me has descolocado. Me dan muchísima pereza, pero voy a darle una pensada más a fondo sobre todo lo que dices porque tienes razón.
Por cierto, el final, después de la pausa, cojonudo. No puedo estar más de acuerdo y pienso copiarlo para mi newsletter y las de 2 clientes más. (Te mencionaré, por supuesto).
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