32 actitudes que destruyen tu autoridad y 7 que la construyen

  1. Hablar de manera rebuscada.
  2. Presumir de hablar de manera rebuscada.
  3. Presumir de listo.
  4. O de guapo.
  5. O de gracioso.
  6. O de tener labia o don de gentes.
  7. O de tenerla larga.
  8. El currículum.
  9. O mencionar lo que has estudiado sin que nadie te lo pregunte.
  10. Y tener portfolio.
  11. Los logos de clientes.
  12. La sección «Quiénes somos», doble de puntos si empieza con «Esta empresa nace con el objetivo de…» o «Líderes en el mercado desde…»
  13. Mencionar a quién conoces o con quién has trabajado.
  14. Negociar tus precios.
  15. Decir «gracias», «por favor» y «lo siento» por chorradas sin importancia.
  16. Hacer esperar a gente.
  17. Preguntar «¿Te pillo ocupado?» o «¿Tienes cinco minutos?»
  18. Mandar un WhatsApp preguntando si puedes llamar.
  19. Tener un título más largo que el Conde Duque de Olivares, doble de puntos si es en inglés, triple si es para ocultar que eres vendedor.
  20. Usar PowerPoint.
  21. Ir a las reuniones con portátil.
  22. Hablar de la competencia. No digo criticar, digo hablar.
  23. Contestar a la pregunta «¿Qué tal os va?» con el número de empleados.
  24. Hacer propuestas personalizadas.
  25. Hacer propuestas.
  26. Tener una firma de email que parece Times Square.
  27. Meter prisa a tus proveedores o compañeros en la víspera de un festivo y luego desaparecer.
  28. Empezar un discurso o presentación con «Voy a ser breve.»
  29. Decir «Y ya concluyo.»
  30. Concertar reuniones que podían haber sido una llamada.
  31. Llamadas que podían haber sido un email.
  32. Y enviar emails que se podían haber evitado.

Ninguna de esas acciones son las acciones de un líder, de alguien con autoridad. De alguien que sabe a dónde tiene que ir, cómo ir y cómo dirigir los demás para que lleguen con él.

Lo que hace alguien sin complejos, alguien que domina la situación y es consciente de su valor es:

  1. Escuchar todas las oportunidades.
  2. Hablar poco.
  3. Hablar a todo el mundo con la misma claridad con la que hablaría a sus abuelos.
  4. Decir no y no lo sé.
  5. Reconocer sus errores.
  6. Empezar contando lo malo.
  7. No temer al dinero.

Esto puede parecer difícil, y la verdad es que lo es cuando no tienes una audiencia propia y tienes que salir todos los días a cazar.

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